Javier Velásquez y Mercedes Aráoz salieron ayer a destejer los rumores que parecen unirse en torno a un amague de renuncia de la titular del MEF. Esta versión fue negada, pero el jefe del Gabinete acabó por admitir que el caso Olmos ha generado discrepancias."Que tengamos puntos de vista diferente (con Mercedes Araóz) de ninguna manera significa que el Gobierno no tenga una posición coherente", afirmó.Mientras Velásquez Quesquén trataba de calmar las aguas, Aráoz con sus gestos dejaba en claro que el desacuerdo era más profundo de lo que se quería reconocer.Es más, el titular de la PCM hizo hincapié en que "no hay ministros insustituibles".¿Esta es una situación nueva? No, los hechos demuestran que en los últimos meses el MEF ha tenido que ceder frente a decisiones del Ejecutivo y del Congreso.Un juego, y no de ajedrez.Recientemente, Liliana Rojas, miembro del Centro para el Desarrollo Mundial, analizó el caso y sostuvo que la credibilidad del MEF está en riesgo.No es la única que duda, la Confiep considera que la actuación del MEF y de todo el Gobierno está "influenciada por la cercanía de los procesos electorales".En diálogo con Gestión, su presidente, Ricardo Briceño, comparó al Gobierno con un equipo de fútbol. "Creo que en el equipo, el MEF está no en una posición de defensa, sino de arquero, mientras que la PCM juega en el medio campo", anotó.El análisis con ironía fue más allá, pues para el empresario es que "en ese equipo (el Gobierno) muchos o casi todos juegan para las tribunas y como se preveía el MEF debe estar sujeto a ciertas presiones de gasto".Recordó que Luis Carranza justamente salió del MEF por una medida con la que estaba en desacuerdo como la exoneración de impuestos en las zonas altoandinas. "Creo que hay ese tipo de tira y afloja que hemos previsto todos, habrá que esperar los 90 minutos para ver cómo termina el partido".
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