La decisión del Gobierno para que la energía que produzca la proyectada hidroeléctrica de Inambari beneficie primero al Perú y ya no en primer lugar al Brasil, como era el plan original, genera incertidumbre sobre si en esta situación el proyecto aún es viable o no.El asesor del Viceministerio de Energía, José Koc Rueda, dijo que ese sector aún no sabe si (tras esa modificación planteada por el Perú) esta iniciativa es rentable para el consorcio Egasur, que operaría esa futura central, de más de 2,000 megavatios (MW).Recordó que el nuevo acuerdo con los brasileños es que, después que ese proyecto satisfaga a los clientes regulados y a los clientes libres peruanos, la energía excedente se exporte al vecino país durante un periodo de 30 años.