DIÉSEL, AZUFRE Y MUERTE
4 de julio de 2005

El problema es antiguo. Pero la pésima calidad del aire que respiramos no puede seguir dañando y menoscabando la calidad de vida de los limeños que cada día respiramos pequeñas, pero a la larga mortales partículas de azufre, monóxido de carbono, entre otros nocivos contaminantes.Por eso así como hace algunos años se reguló el uso de la gasolina con plomo, ahora debería retirarse del mercado nacional el diésel con elevado nivel de azufre, causa directa de la elevada incidencia de males respiratorios, alergias a la piel y males en el sistema hepático y digestivo.Todo indica que los vehículos de transporte público y de carga siguen incumpliendo la norma emitida el 2002 por el Indecopi. La disposición prohíbe el uso de ese combustible, porque contiene 7.000 partes de azufre por millón ( cinco veces por encima de lo permisible). Diésel, azufre y muerte: toda una siniestra asociación. Como da cuenta un estudio realizado por nuestro Diario, cuyos resultados comenzaron a difundirse ayer, los índices de contaminación detectados en cuatro distritos de Lima son preocupantes porque superan los índices permisibles señalados en la norma interna y por laOMS. Hay que repetir al Gobierno, al Congreso, al Ministerio de Salud, a las municipalidades distritales, a Digesa y a los organismos con injerencia en el tema que para mejorar las condiciones ambientales urge renovar la flota con vehículos nuevos, y no con unidades de segunda mano, como lo acaba de permitir el Parlamento.Eso hubiera ayudado mientras el Concejo Metropolitano pone en marcha las revisiones técnicas, dentro de un red de control ambiental que hoy brilla por su ausencia para desgracia de los habitantes de esta ciudad.