De modo sorpresivo, el presidente Toledo anunció una reducción de 10% en el precio del gas llicuado de petróleo (GLP), a través de la derogación tanto del ISC como del arancel de importación, lo que representa para el fisco una merma de US$27 millones. Luego, la Comisión Pro Inversión del Congreso ha insistido en el tema para concretar una rebaja mayor del precio. Confiamos en que la medida presidencial no haya sido fruto del apresuramiento o improvisación y que sea parte de una estrategia integral para promover el uso del gas proveniente de Camisea. (Editorial)