Ante los reclamos y oposición de las poblaciones que podrían afectarse por la construcción de la hidroeléctrica de Inambari, el consorcio brasileño a cargo de la iniciativa reformuló la misma para reducir el área que puede ser inundada, y aún así, aumentar su capacidad de generación. El viceministro de Energía, Daniel Cámac, confirmó que el consorcio Eletrobras - OAS y Furnas de Brasil, a cargo del proyecto, acordó con su sector una contrapropuesta para reducir en 15 metros la altura de la laguna artificial a construir. Eso significa que si antes se planeaba inundar 540 hectáreas, se va a necesitar ahora una laguna de 525 hectáreas. Esta reducción va a reducir el impacto en la zona de amortiguamiento en un 10%, indicó.Ayer, en un ambiente de tensión en el pueblo de San Gabán, donde muchos pobladores se oponen al proyecto por los impactos que tendrá en sus actividades, el viceministro participó en un taller informativo a la población sobre dicho proyecto. Para que la empresa termine el estudio de impacto ambiental, todavía le falta completar los talleres con las poblaciones en los que debe explicar cómo las va a compensar.El viceministro de Energía, Daniel Cámac, remarcó que la ejecución del proyecto no será una decisión unilateral, y que aun si la empresa cuenta con todos los estudios concluidos, pero la población no se convence de los beneficios que traerá o de las compensaciones que recibirá, no se hará ninguna obra.