Las minas y los puertos de Chile volvían ayer a la normalidad, dos días después de que un gigantesco terremoto interrumpió la producción de materias primas en el mayor proveedor mundial de cobre, aunque el daño a la red de energía dificultaba los progresos. Mientras grandes y pequeños mineros confirmaron que estaban retomando sus operaciones, el precio del cobre reportó fuertes ganancias. A pesar del severo daño a la infraestructura de Chile, no se reportaron serios daños en las minas de cobre en la zona central del país. Los yacimientos en el norte no fueron afectados por el sismo, uno de los mayores registrados en la historia.