Durante el 2009, el Perú se convirtió en el segundo productor de cobre del mundo, superando por poco a los Estados Unidos. ¿Qué hizo que esto fuera posible? La mayor producción de cobre se debe a las eficiencias operativas que realizan las productoras de cobre, su marcado dinamismo y su orientación a la búsqueda de mejoras tecnológicas y ambientales.¿Cuál es el desafío? Pues consolidarnos en el segundo lugar. Todos los reportes del Fondo Monetario Internacional indican que la economía mundial está en crecimiento y, salvo el caso de Grecia, se espera una expansión del orden del 3 %. Por lo tanto, el Perú debe satisfacer la nueva demanda de cobre y consolidarse en la nueva posición alcanzada antes de que sea abastecida por otros productores. Tengamos presente que el mercado del cobre está globalizado y que los productores, así como los consumidores, compran y venden el metal rojo a quien lo ofrezca de manera oportuna.Si los productores locales no son capaces de hacerlo, o encuentran obstáculos para desarrollar nuevos yacimientos o expandir sus actuales operaciones, resultaremos perjudicados todos, pues dejaremos de beneficiarnos por los términos de intercambio que le han sido favorables al Perú en los últimos años. Además de perder inversiones por más de $15 mil millones, lo que generará más ingresos para el Estado, así como miles de nuevos puestos de trabajo que contribuirán a reducir la pobreza en el interior del país.Dejar pasar esta ventana de oportunidad por carecer de cohesión social y la institucionalidad necesaria para fortalecer nuestro proceso de desarrollo nos llevará a lamentarnos a futuro. No permitamos que la agitación política o el accionar de la antiminería obstaculice el avance del país. Si no somos capaces de atender la demanda global, quizá perdamos la posición alcanzada, además de la oportunidad de poner en valor importantes depósitos de mineral que pueden contribuir de manera significativa a incorporar al mercado y la modernidad a miles de peruanos.Chile es el primer productor de cobre del mundo, superando los cinco millones de toneladas métricas anuales mientras que, en el Perú, teniendo una potencialidad geológica similar, no decidimos anteponernos a la oferta de nuestro vecino, quien también está embarcado en planes de expansión y aprovechamiento de nuevos depósitos. Entonces, qué esperamos para desarrollar depósitos como Tía María (Arequipa), Los Chancas, Las Bambas (Apurímac), Toromocho (Junín), Michiquillay, Tantahuatay, La Granja en (Cajamarca), Río Blanco (Piura), Quellaveco (Moquegua), entre muchos otros, señala Guillermo Vidalón del Pino, jefe de Relaciones Públicas de Southern Perú.
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