En una de sus muchas presentaciones ante la prensa nacional, el ministro de Transportes y Comunicaciones Enrique Cornejo sostenía que el déficit de infraestructura -estimado en US$37.760 millones por la Asociación de Fomento a la Inversión (AFIN)- bajaría hasta en 50% en los próximos tres años debido al ritmo que, aseguraba, tomarían las inversiones en diversos proyectos en todo el país.De igual manera, a pocos días de haber asumido el Ministerio de Economía y Finanzas, Mercedes Aráoz sostenía que su manera de gestionar sería "diferente, un estilo más que todo para priorizar la inversión en infraestructura, de apoyar en todo lo que sea inversión en el interior del país, pero siempre manteniendo la disciplina fiscal".Los comentarios de estos connotados miembros del actual Gabinete sonaron bien en su momento. Sin embargo, el discurso oficial no estaría sintonizado con la realidad.