LOS NUEVOS BRÍOS DE LA SUNAT
25 de febrero de 2010

Tras la campaña iniciada en setiembre del año pasado por el entonces jefe de la Sunat, Manuel Velarde, para recuperar deudas tributarias incobrables, la actual jefa de la Sunat, Nahil Hirsh (quien retorna al cargo), ha decidido darle mayor énfasis a otros temas. Por ejemplo, ha empezado a hacer una labor preventiva con los más grandes contribuyentes, acción que ha encontrado cierta oposición, sobre todo porque cuando de aumentar los ingresos fiscales se trata, siempre han sido los grandes contribuyentes formales a los que más se les ajusta. No obstante, esta vez paralelamente la Sunat ha iniciado el trabajo con otros tipos de contribuyentes, como es el caso de las fiscalizaciones que viene realizando en el boulevard de Asia. Ello demuestra un interés de la administración por abarcar a todos los sectores económicos, lo cual es saludable. Es de esperar que estos nuevos bríos de la Sunat continúen y no se vayan diluyendo con el tiempo. Deberá también apuntalar la fiscalización contra la subvaluación y el contrabando que hacen daño a la recaudación por doble vía (evaden impuestos y quitan mercado a los productores locales formales). El reto es no solo recuperar la presión tributaria previa a la crisis (16% del PBI) sino aumentarla a niveles que hagan posible la sostenibilidad fiscal. Pero la labor de la Sunat quedará incompleta si no cuenta con la colaboración eficaz del Poder Judicial, el cual no garantiza hoy sentencias oportunas e imparciales de denuncias por evasión tributaria. Se requiere una reforma urgente en este campo. De otro lado, el rol de la Sunat no solo es fiscalizar. Aún le falta desarrollar más su labor facilitadora para el pago de los impuestos. Las últimas medidas para simplificar la presentación de la declaración jurada del Impuesto a la Renta de las mypes (ahora necesitarán solo tres minutos para ello) o de las personas naturales (contarán con un archivo personalizado con toda la información que requieren para dicho trámite) van en la dirección correcta, pero se necesitan mayores avances. El rol que siempre se ha deseado de la Sunat es que fiscalice e incorpore cada vez más a nuevos contribuyentes, pero al mismo tiempo que haga la vida fácil, sobretodo, a los que ya pagan impuestos ya veces no cumplen, no con el ánimo de evadir, sino por lo engorroso trabajo de los trámites.