Parece existir una curiosa unanimidad entre los líderes de opinión respecto a la ausencia de rigor en el periodismo, la existencia de una cierta frivolidad a nivel mediático y, en definitiva, respecto a un vacío de pensamiento que se traduce en falta de credibilidad tanto de los propios medios como del resto de instituciones sobre las cuales debería de sustentarse una democracia. Y califico de curiosa esta unanimidad, porque el liderazgo de opinión peca a menudo de idéntico vicio al que denuncia. Para sustentar esta afirmación pondré un ejemplo sencillo y de actualidad. Todavía no hay suficientes peruanos conocedores del proceso de regionalización en curso, cuya primera etapa culminará el 30 de octubre, cuando casi siete millones de electores de 16 departamentos acudan a las urnas para refrendar con su voto si pasan a convertirse en una región. Obviamente, no me siento orgulloso de constatar esta evidencia, pues al organismo para el que trabajo corresponde en buena medida proporcionar esa información a todos lo peruanos. Ahora bien, una vez asumida nuestra parte de culpa, sorprende comprobar que los protagonistas de la vida social y política del país no hayan intervenido para tratar un problema de interés nacional.En este punto debo de matizar lo anteriormente expuesto, pues un importante sector de la sociedad civil organizada ha adoptado iniciativas a este respecto. Tal es el caso, entre otros, de la Defensoría del Pueblo, Instituto Prensa y Sociedad, Propuesta Ciudadana, y Calandria. El mismo CND ha consensuado con estos dos últimos los contenidos de la fase nacional de la campaña informativa sobre la formación de regiones, y realizado talleres de capacitación para periodistas de todo el país. En los cuatro meses que faltan para el referéndum vamos a llevar a cabo una campaña de sensibilización y publicidad conjuntamente con quienes quieran colaborar en este proyecto de modernización y racionalización del Estado. Por tal motivo estamos invitando a los alcaldes provinciales y distritales a participar en talleres de capacitación técnica sobre sus respectivos expedientes técnicos. En breve convocaremos a los presidentes regionales para que nos apoyen proporcionando insumos capaces de adaptar el modelo genérico de la campaña publicitaria a sus cinco realidades concretas. Y haremos lo propio con las cámaras de comercio, universidades y gremios para ofrecerles espacios de diálogo. Pero llegado a este punto me veo obligado a regresar al inicio y reclamar la atención de los intelectuales, los empresarios y comunicadores, los políticos, la de todos aquellos ciudadanos comprometidos con el Perú, para que apuesten por este cambio. Porque sin su apoyo va a resultar imposible comunicar lo que significa la regionalización, transmitir el mensaje de que la integración constituye el gran proyecto nacional en el que están implicados no solo los departamentos que van a participar en el referéndum, sino el Perú en pleno. Descentralizar es sin duda racionalizar administrativa, económica y socialmente el país, potenciar las posibilidades de desarrollo conjunto, y, sobre todo, el germen de un nuevo modelo político más democrático, transparente y equitativo. La sociedad peruana en su conjunto tiene que decidirse a abordar a fondo un tema que va a decidir nuestro destino. No importa desde qué perspectiva lo haga. Lo fundamental es que la población se pronuncie, que se propongan diferentes modelos, pero que en ningún caso se trate de posponer la realización del referéndum, pues ello supondría establecer el certificado de defunción a la reforma más importante de las últimas décadas, señala el presidente del CND, Luis Thais Díaz.