La revelación del presidente de Osinergmin sobre la delicada situación financiera de las empresas de distribución eléctrica del Estado, que carecen de recursos hasta para realizar mantenimiento a las redes, no sólo refleja la conocida falta de previsión del gobierno central y regional sino que confirma que no existe una visión de desarrollo para los próximos veinte años. El sistema de generación, transmisión y distribución eléctrica presenta en la actualidad un perfil mixto, privado-estatal, que genera severas distorsiones y que impide elevar el nivel de competitividad de forma integral. Por ello, se requiere que el gobierno promueva la participación del sector privado en toda la cadena eléctrica para evitar riesgos como los advertidos por Osinergmin. ¿Por qué no se concesiona la participación estatal en el sistema de distribución eléctrica? ¿Por qué no se avanzó en la privatización de Electroperú? ¿Por qué se tiene que seguir destinando recursos del presupuesto nacional --en la actualidad tan escasos-- en sectores donde claramente la inversión privada es mucho más competitiva? Gran parte de las respuestas las podemos encontrar precisamente en la falta de liderazgo del Estado en sectores clave de la economía, donde se prefiere adoptar poses timoratas para evitar problemas y mantener el statu quo hasta que la pita no dé para más. ¿Acaso queremos ver cómo falla el sistema de distribución eléctrica para empezar recién a actuar? Esperemos que la voz de alerta del Osinergmin sea tomada en cuenta por la administración García, antes que el apagón corone su gestión. Por José Luis Patiño.