LOS TEMORES A UNA MAYOR CAÍDA DEL DÓLAR
17 de febrero de 2010

Tras la crisis financiera internacional, el futuro del dólar se ha vuelto más incierto. Pero, salvo pequeños hipos temporales, si algo no debería preocupar al Perú hoy es que se produzca una gran devaluación del tipo de cambio. Primero porque no hay fundamentos que lo sustenten y, segundo porque el blindaje de reservas es tal que permitiría al BCR manejar sin problemas un escenario como ese. Los temores están, más bien, por el lado de una mayor apreciación del sol frente al dólar en el corto plazo, porque ya está afectando la competitividad de nuestras exportaciones no tradicionales. Si bien el BCR hace esfuerzos para evitar la volatilidad del dólar (compró más de US$ 1,380 millones este año y elevó el encaje a 35% a las líneas de créditos de corto plazo del exterior de los bancos), ayer el tipo de cambio alcanzó su nivel más bajo en lo que va del año. El dólar ha tendido a debilitarse en el mundo frente a las otras monedas (aunque se viene recuperando frente al euro y al yen) en los últimos años y si continúan las políticas que inducen a un exceso de liquidez y al elevado déficit en EE.UU., esta tendencia puede mantenerse.De otro lado, en el mercado local, persisten los factores que presionan el tipo de cambio a la baja (superávit comercial externo, altos precios de los commodities, mayor inversión directa extranjera), los mismos que podrían consolidarse y aumentar dicha presión. El ente emisor puede continuar comprando dólares para evitar una mayor caída del tipo de cambio, la pregunta es hasta dónde podrá hacerlo (ya tiene US$ 35,000 millones), considerando que persiste el riesgo de una gran devaluación del dólar en el mercado internacional. Sería recomendable diversificar más las reservas internacionales. Además, la tasa de interés de referencia del BCR está en su mínimo histórico (1.25%) pero todavía es relativamente alta para inducir la atracción de capitales de corto plazo que presionan el tipo de cambio a la baja. Por ello, será importante que a medida que la actividad económica continúe recuperándose, se proceda al retiro del estímulo fiscal del Gobierno. De lo contrario, se crearían presiones inflacionarias que obligarían al BCR a elevar su tasa de interés, lo cual atraería más flujos de capitales del exterior.

  • [Gestión,Pág. 30]
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