EL ALZA DE PRECIOS MÁS INDESEADA
11 de febrero de 2010

El Fondo para la Estabilización de Precios de los Combustibles Derivados del Petróleo, garantizado por el Estado, fue creado en setiembre del 2004 para evitar que la alta volatilidad de los precios internacionales del petróleo y sus derivados se traslade a los consumidores finales. El esquema funcionó con cierta normalidad hasta el 2008, año en que el precio del petróleo se disparó por encima de los US$ 100 por barril.Si bien el mencionado fondo atenuó dicha alza, poco se pudo hacer para evitar que los precios de los productos importados en los que los combustibles forman parte de sus costos (es decir, casi todos) también se incrementasen, lo que provocó una inflación que estuvo muy por encima de las proyecciones del Gobierno. Tras un año en el que el precio del petróleo y la inflación no fueron asuntos de mucha preocupación, el dolor de cabeza está volviendo con la misma intensidad este 2010.El flamante viceministro de Hacienda, Luis Miguel Castilla, debutó ante la opinión pública advirtiendo que se necesitarán S/. 2,000 millones adicionales para alimentar al fondo si el precio del petróleo supera los US$ 80 por barril (en estos momentos está cerca de los US$ 74). Dicho monto no fue presupuestado, lo que significa que en el 2009 hubo tanta tranquilidad con el tema que, al parecer, en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) olvidaron que la cotización del crudo es muy volátil. Por supuesto que el Congreso, que aprobó el presupuesto, tampoco tomó en cuenta ese detalle.El riesgo de que el precio internacional del petróleo aumente es latente, considerando que el invierno en el Hemisferio Norte está siendo más pronunciado que en otros años y, además, que la especulación podría atacar nuevamente, habida cuenta que varios países de la Unión Europea (como España y Grecia) continúan con serios problemas fiscales. El panorama, entonces, es bastante sombrío y como de-sactivar el fondo no es una alternativa, el MEF tiene la tarea de buscar la forma de cubrir la posible brecha que se generaría si el petróleo se encarece más. Pese a que existen muchas necesidades por recursos fiscales, es preciso priorizar el gasto. Y si los precios de los combustibles aumentan, toda la población saldrá perjudicada.

  • [Gestión,Pág. 30]
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