El gas natural es el menos peligroso, pero, en Osinergmin, las cosas están que queman. Las conversaciones entre el regulador y la empresa distribuidora de gas natural Cálidda entraron ayer en un tramo clave rumbo a la decisión que debe conocerse el 24 de este mes sobre la tarifa que el regulador dispuso y que la compañía pidió reconsiderar.El ajuste tarifario pondría en riesgo la expansión del proyecto y el financiamiento internacional, considera la empresa. Inclusive, de verse perjudicada, sus representantes han previsto recurrir a la vía judicial.Uno de los socios accionistas de Cálidda es la colombiana Promigas, con sede en Barranquilla. Tiene una amplia cobertura de este servicio en Colombia, donde un 45% de la población accede al gas natural y se concentra, sobre todo, en los estratos de menores recursos. Este mismo esquema es el que pretenden aplicar en Perú desde 2007, cuando asumieron el transporte y distribución del recurso.Para Aquiles Mercado, vicepresidente financiero de Promigas, "atravesamos un impasse con el regulador".