Incertidumbre y preocupación. Si se pensaba que sólo la ciudad de Trujillo sufría los embates de la delincuencia organizada, pues se equivocaron, ya que ahora Lambayeque también cuenta con una creciente ola de secuestros y extorsión que en los últimos meses se han incrementado en 50% y tienen en vilo a los empresarios especialmente del rubro hotelero y gremios de transportistas. Una situación que según el presidente de la Cámara de Comercio de Lambayeque, Otto Zoeger Navarro, puede retraer la llegada de inversión al norte del país, sobre todo si es que los gastos de seguridad no son asumidos en conjunto con las autoridades locales y regionales y la Policía Nacional.Para el presidente de la Confederación de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), Ricardo Briceño, la seguridad ciudadana es un derecho por el cual el Estado, a través de sus diversas autoridades, debe poner mano dura contra este tipo de delincuencia organizada. "Este tipo de delincuencia está llegando a nivel de secuestro en Chiclayo, Trujillo, e inclusive en zonas periféricas de Lima. Este delito, junto al crimen organizado, narcotráfico, contrabando, entre otros, indudablemente le resta varios puntos al Producto Bruto Interno (PBI). Si eso se resuelve significaría crecer muchísimo más acelerado", indicó.