La paralización del transporte de carga y de pasajeros durante la semana pasada obligó al Gobierno a reducir en 30% el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) al combustible que compra este sector. Este tema ha generado controversia, no solo porque el Gobierno va a dejar de recaudar S/.130 millones anuales —tal como ha informado el viceministro de Economía, Carlos Casas—, sino porque incentivará un mayor consumo de diésel, el combustible usado por el sector transportes y uno de los más contaminantes. Élmer Cuba, economista principal de Macroconsult, señala que en el Gobierno se ha establecido como objetivo —hace un par de años— desalentar el consumo de combustibles contaminantes para que el mercado local se oriente a aquellos más amigables con el ambiente. Así, tal como recomienda el Banco Mundial, el Gobierno debería castigar con mayores impuestos a los que más contaminan. La reducción del ISC prometida por el Gobierno a los transportistas va en contra de ese objetivo. El viceministro Casas asegura que esto no es así, pues la política del Gobierno de reducir el consumo de combustibles contaminantes se mantiene, pero es de largo plazo. Indica que aún no existe un combustible que reemplace al diésel, por lo que no se puede castigar con un ISC alto al transporte. (Suplemento Económico Día 1)