Una política de precios de mercado o internacionales y acceso a los mercados son mecanismos para garantizar inversión, mantener el ciclo exploratorio y desarrollar nuevas reservas. No hacerlo, representa, en el largo plazo, el desabastecimiento de gas. El debate acerca del abastecimiento del mercado interno con gas natural o su exportación, que se dio antes (y continuó después) de que a fines de agosto del año pasado el Gobierno lograra un acuerdo con el consorcio de Camisea para solucionar (parcialmente) el problema, debe haber convencido a muchos peruanos de que tal dilema es real. Sin embargo, en un país con potencial gasífero si las reservas de gas natural (probadas, pero sobre todo certificadas, es decir comerciales) no se incrementan, no habrá, ni abastecimiento de la creciente demanda interna, ni exportación de gas. ¿Y cómo se logra incrementar las reservas comerciales de gas? Con muchas inversiones (sobre todo en exploración) cuya magnitud escapa a la capacidad nacional, por lo que se requiere de una política energética integral y condiciones económicas atractivas al capital foráneo. De acuerdo al análisis realizado por Gas Energy Latin America (GELA), del mercado del gas natural en el mundo y en la región, es vital el rol del Estado en la definición de un plan de desarrollo energético que haga viable el desarrollo de las actividades en beneficio de la sociedad y de las empresas que actúan en la cadena del gas natural.