NO JUEGUEN CON PETROPERÚ
14 de enero de 2010

La empresa petrolera estatal ha quedado chamuscada luego de la afiebrada intervención presidencial que le enmendó la plana a las pocas horas de haber dictado un aumento de precios en los combustibles de manera unilateral del 10% en promedio, para evitar un mal sabor preelectoral. El lamentable petroescándalo ha provocado que los grupúsculos políticos y los gremios avivatos se cuelguen del, neutralizado a medias, gasolinazo, para activar sus paros y huelgas, desempolvando sus ya anticuadas peroratas politiqueras y buscando calentar los motores para una salvaje campaña electoral, de la que sus dirigentes quieren ser activos partícipes.Así un sector de transportistas, hijos de la informalidad y del caos, busca que el gobierno le otorgue privilegios, aprovechándose de la falta de autoridad municipal de un alcalde más dedicado a esperar los frutos de sus obras de fierro y cemento, que a buscar una solución integral al problema del transporte.Quienes también buscan aprovecharse de la patinada petrolera, son los sindicatos de puertos que se "pliegan" a las demandas de los transportistas de carga, y han convocado a una nueva paralización en los puertos, clavándoles un puñal a los alicaídos exportadores que no saben qué hacer con un dólar cada vez más despintando. En suma, el gallinero está alborotado y todo gracias al gobierno, que maneja las empresas públicas como si fueran su chacra, señala José Luis Patiño.

  • [Expreso,Pág. 1 Supl. Econ.]
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