GAS NATURAL: EN BUSCA DEL TESORO ESCONDIDO

Camisea ha significado, definitivamente, la opción perfecta para el desarrollo económico del país. Primero, las empresas convirtieron sus procesos de producción para funcionar a base de gas natural; luego, las viviendas, y pronto seguirán los vehículos. Recientemente, se presentó el primer tren en el mundo que funciona con gas natural. Estas son razones más que suficientes para que las transnacionales energéticas vean en el Perú un verdadero tesoro por descubrir.El mercado peruano de hidrocarburos resultó beneficiado ampliamente con el inicio de las operaciones de Camisea en agosto de 2004. El gas natural que se obtiene de los pozos de San Martín y Cashirari permitirá no sólo el avance de la industria en prácticamente todos los sectores, sino que además le garantizará a la población una fuente de energía propia, limpia y, en especial, económica. La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) informa que la entrada en operaciones de Camisea, complementada con el ligero incremento en la producción de petróleo crudo, ha representado un respaldo al crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) en el sector hidrocarburos. El año pasado, en lo que a producción se refiere, se consignó una elevación de 71.4 por ciento, es decir, equivalente a dos mil 500 millones de barriles más para la reserva de hidrocarburos del país.Estos resultados incentivan, definitivamente, a las empresas a intensificar su búsqueda de nuevas reservas, con las consecuentes inversiones y la generación de más puestos de trabajo. Pero, ¿existen nuevos pozos por descubrir?Hasta el momento, Camisea representa la piedra angular de la industria del gas natural en el Perú. De acuerdo con la SNMPE, diversas compañías internacionales están dispuestas a llevar a cabo exploraciones en nuestro territorio, con la finalidad de encontrar el ahora preciado tesoro energético, aunque todavía no lo han confirmado. No obstante, al analizar las inversiones efectuadas en exploración se observa que durante 2004 se reportó la perforación de cinco pozos con una financiación acumulada de 43 millones de dólares; así como de 34 pozos de desarrollo en los que se desembolsaron aproximadamente 233.8 millones de dólares.