El debilitamiento del dólar (dado que la mayoría de viviendas se venden en esta moneda) y una demanda que sobrepasa largamente la oferta, son dos factores que quizás no tenía en cuenta Esther cuando salió a buscar un departamento.Y es que la crisis económica no hizo bajar los precios de los departamentos, como quizás una gran mayoría de peruanos anhelaba. Por el contrario, en un mercado en el que los insumos tienen poco que ver en la formación de precios y más bien es la demanda la que marca la pauta, se ha producido un incremento de hasta un 15% en los precios de las viviendas.Justamente, Esther, al igual que muchos limeños, busca un departamento entre US$ 60,000 y US$ 70,000, segmento en que el descalce de oferta y demanda es muy fuerte.