LUCES Y SOMBRAS DEL PANORAMA MUNDIAL
8 de enero de 2010

Las medidas monetarias y los programas de estímulo fiscal tomados por los bancos centrales y gobiernos, sobretodo de aquellos países que fueron el epicentro de la crisis financiera mundial, fueron clave para revertir la amenaza de una depresión económica global.Diversos indicadores corroboran que ya se ha iniciado la recuperación económica en diversas regiones del mundo y las proyecciones de crecimiento mundial se han revisado al alza de 3% a 3.3% para este año y de 3.7% a 3.8% para el 2011. Los mercados financieros también han seguido mejorando; la aversión al riesgo ha logrado niveles similares a los previos a la crisis y se recupera la confianza de los inversionistas. Sin embargo, persisten riesgos para la sostenibilidad del crecimiento mundial.El crédito bancario, por ejemplo, se ha mantenido restringido en los países desarrollados debido al lento avance de los planes de reestructuración de la banca y la permanencia de activos tóxicos en los balances. Por otro lado, se acentúa la tendencia depreciatoria del dólar frente al resto de monedas, lo que puede agravar los desbalances globales (déficit fiscal y externo en EE.UU. y superávits respectivos en China). EE.UU. y otros organismos han vuelto a insistir por una mayor flexibilización cambiaria en China.Con el inicio de la recuperación económica, los bancos centrales han mantenido las tasas de interés e incluso algunos han comenzado una disminución gradual de las mismas, pero es probable que los estímulos (monetario y fiscal) se mantengan por algunos meses más. El reto es retirar los estímulos económicos en el momento adecuado porque de ello dependerá que se afiance la recuperación pero también que no se desborden las presiones inflacionarias.Para el mediano plazo, hay consenso en que ya es hora de mejorar la regulación del sistema financiero internacional, principalmente para controlar la especulación. Incluso se ha propuesto aplicar un impuesto a la negociación de acciones, bonos, monedas y derivados financieros.Pero en esto, así como ocurre con el tema del calentamiento global, más son las buenas intenciones que las acciones concretas, y el llamado Grupo de los 20 (G-20) no logra acuerdos relevantes referidos a la reforma de la regulación financiera que eviten una nueva crisis global.

  • [Gestión,Pág. 30]
  • /