Es una buena noticia que el empresariado nacional agrupado en Confiep haya invertido el año pasado casi la totalidad (97%) de los US$ 13,864 millones de inversiones comprometidas ante el Gobierno a inicios de año, sobre todo en el contexto de la actual crisis mundial.La inversión directa extranjera también siguió llegando: a setiembre ya había acumulado 96% de los US$ 4,808 que ingresaron en el 2008 y habría crecido 24% en el año. Con la reciente calificación de Grado de Inversión otorgada al Perú por Moody’s, el dinamismo de este flujo debe aumentar.Sin embargo, la inversión privada total se desplomó el año pasado y las proyecciones indican que la recuperación de su ritmo de crecimiento precrisis (25%) no será rápida. Según el BCR habría caído 15.3% en el 2009 (mayor al –13% que estima la Cámara de Comercio de Lima -CCL). Y si bien prevé un crecimiento para el presente año, la tasa es moderada, de 6.3% (la CCL es más conservadora con 3.4%). Ello revela la gravedad de los efectos causados por la crisis mundial en las expectativas empresariales y en el mercado.La inversión pública, por su parte, ha demostrado dificultades para su ejecución. El año pasado, se ejecutó solo el 64.5% del presupuesto para este rubro y alcanzó 21% de crecimiento, muy por debajo del 50% proyectado inicialmente y del 42% que se logró en el 2008. Para el presente año, el BCR estima un crecimiento aún menor (15.6%).Si bien la economía nacional es una de las que mejores perspectivas tiene en la región para recuperar la senda del crecimiento (según el BCR el PBI crecería 5.5%; estimaciones privadas oscilan entre 3% y 5%), este proceso será lento debido al efecto del todavía incierto curso de la crisis mundial en las expectativas empresariales, así como a la lentitud de la inversión estatal.A ello se agrega la incertidumbre que causarán las campañas electorales para los gobiernos subnacionales y, sobre todo, para la Presidencia de la República, en un contexto en el que no se vislumbra una definición nítida de las opciones políticas con potencial ganador. Por lo que este año probablemente será necesario apuntalar la demanda interna también por el lado de las inversiones de las pymes y del consumo privado, a fin de asegurar el crecimiento económico proyectado (5.5%).