El incremento y posterior reajuste en el precio de los combustibles por parte de Petroperú, que en solo 24 horas pasó de 10% a 5%, es un fiel reflejo de una decisión política que vino del mismo Palacio de Gobierno, contrariados claro está con el impacto que dicha decisión hubiera tenido en la inflación del mes de enero y sobre todo en el bolsillo de los ciudadanos. Así lo afirmó el ex presidente de Petroperú César Gutiérrez al considerar que en este caso la intromisión que tuvo el gobierno se debió al excesivo incremento que la operadora de la Refinería de Talara pretendía aplicar como un balde de agua fría a la economía de los alicaídos bolsillos después de las fiestas de fin de año.