El lado negativo del sector estuvo marcado por la decisión del Ejecutivo y del Congreso de la República de aceptar ampliar por tercera vez el plazo dado a la metalúrgica Doe Run para cumplir con el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA). El plazo venció en octubre pasado, pero fue ampliado por 30 meses. Hasta la fecha la empresa no reactiva sus operaciones, pues aún no llegan a un acuerdo con sus proveedores ni obtienen la financiación requerida.