La flamante ministra de Economía y Finanzas, Mercedes Aráoz, cuenta que su "estrategia" para decirle "no" al presidente Alan García es convencerlo con argumentos técnicos sobre la inconveniencia de las acciones o proyectos que el mandatario desea implementar. Asumimos que la responsabilidad de la ministra será ahora más delicada que cuando estuvo al frente de las carteras de Comercio Exterior y Turismo, y de la Producción, puesto que tendrá a su cargo el manejo de las finanzas públicas. Por eso mismo, hacemos votos para que su poder de convencimiento alcance nuevos niveles de sofisticación, habida cuenta que nos espera un año electoral en el que seguramente surgirán muchas tentaciones para incrementar el gasto, aplicar exoneraciones y otras de ese tipo que tienden a deteriorar el equilibrio macroeconómico. En vista que las presiones no llegarán únicamente de Palacio de Gobierno sino también de los gobiernos regionales y municipales, la ministra Aráoz tendrá que hilar fino para que sus negativas no sean percibidas como rechazos sino como oportunidades para seguir conversando y para buscar alternativas que satisfagan a todos.El último reporte de inflación del Banco Central de Reserva (BCR), asume que el sector público continuará desarrollando el plan de estímulo fiscal el próximo año, con el fin de continuar impulsando transitoriamente la demanda interna a través de una política activa de gasto. El instituto emisor proyecta un déficit fiscal de 1.6% del PBI para el próximo año (este año será de 1.5% del PBI) y un crecimiento de 22% en la inversión pública, lo que indica que la ministra Aráoz tendrá una meta bastante ambiciosa: controlar el gasto al mismo tiempo que promueve su ejecución eficiente.Se podría afirmar que esta semana ya pasó su primera prueba y nada menos que en el Congreso, con el rechazo a la propuesta para destinar excedentes del presupuesto del 2009 al pago de bonificaciones a las fuerzas armadas y policiales, medida a la que se oponía. Aunque a muchos les desagrade, recibir un "no" como respuesta significa que el dinero, que es difícil recaudar, tiene que ser utilizado responsablemente. Esperemos que las negativas de la ministra Aráoz sean entendidas y que pueda disipar cuanto antes los temores de "farra fiscal".