La noticia del último mes del año es la súbita salida del ministro de Economía, Luis Carranza, después de casi tres años muy exitosos en el cargo y su reemplazo por Mercedes Aráoz, la ministra de la Producción más conocida por su trienio como ministra de Comercio Exterior y Turismo. Abundan todo tipo de especulaciones sobre qué pasó. Lo más probable es una combinación de dos cosas: una, cuando Carranza regresó al MEF a principios del año después del breve paso por allí de Luis Valdivieso, la intención era quedarse no más de un año para un total de tres años en el puesto, trayectoria muy respetable en vista de las grandes dificultades del cargo: presiones de todo tipo desde el Presidente de la República hasta el Congreso, pasando por los otros ministros, las Fuerzas Armadas, las regiones y la mayoría de gremios del país. Si se hiciera la suma de todos los pedidos de gastos y de perforación de ingresos en un año, ¡probablemente se llegaría a un total mayor que el Producto Bruto Nacional!.Dos, estas presiones casi naturales han ido creciendo a un ritmo acelerado en las últimas semanas, culminando en la compra (aún no cuantificada) de tanques y en una ley exoneratoria que el Presidente firmó a pesar de las conocidas objeciones del MEF. Esta ley exonera del impuesto a la renta a las pequeñas empresas que se ubiquen en ciertas zonas andinas: aunque las consecuencias fiscales de la ley son probablemente nulas, ya que las empresas beneficiables probablemente pagan poco o nada en impuesto a la renta, el hecho objetable es que el Legislativo y el Ejecutivo den la señal que creen que más exoneraciones van a promover el desarrollo económico, cuando la experiencia histórica muestra que lo que realmente promueve la inversión y el crecimiento es tener mejores carreteras, luz y agua en todos los pueblos, acceso al crédito, asistencia técnica al agricultor, puestos de salud y mejores colegios. Las exoneraciones de algo inexistente no reemplazan inversiones reales.La nueva ministra, quien posee un doctorado en economía de la Universidad de Miami (Carranza tiene un doctorado de Minnesota y Valdivieso de Boston University) ha mostrado amplia capacidad profesional y mediática para tener éxito en sus nuevas responsabilidades. Es fundamental mantener el progreso macroeconómico después de que, a pesar de un año económico difícil, la calificadora Moody"s nos ha otorgado el llamado "grado de inversión". El problema es que los recientes acontecimientos han hecho que la plana mayor del MEF (viceministros, Sunat) se retire, dejando un vacío profesional que no es fácil llenar. La gran prioridad es cubrir estos puestos claves a la brevedad con profesionales de alto nivel: dadas las limitaciones salariales y las inevitables presiones políticas, eso no es fácil. Estos no son cualquier tipo de "puesto", sino posiciones que tendrán un efecto importante en el crecimiento económico, tan valioso para el año que viene, y por ende para el éxito de la lucha contra la pobreza. Es triste decirlo, pero parece (según estimados preliminares sujetos a confirmación) que el índice de pobreza aumentó en el año 2009, en vez de caer. Es urgente que este deterioro se revierta en el año 2010.Otro tema institucional importante es la reforma del directorio del Banco Central de Reserva. La propuesta, objetada por una mayoría en el Congreso, es despolitizar al directorio escalonando los nombramientos para que no coincidan con los períodos presidenciales. Es una propuesta técnica y profesional para lo que debe ser una institución técnica y profesional. Es lo que ocurre en la mayoría de los países avanzados del mundo. ¿O quiéren los que objetan en el Congreso que seamos un país retrasado?, señala Pedro pablo Kuczynski. (Edición domingo).