Bolivia reabrió ayer su principal mina de cobre, Corocoro, después de 22 años, en el primer paso de un ambicioso proyecto que incorporará a corto plazo una inversión surcoreana de al menos US$ 200 millones.El yacimiento fue cerrado en 1987 por el Gobierno de Víctor Paz en un severo programa neoliberal que dejó sin trabajo a miles de trabajadores de la minería estatal.El presidente izquierdista Evo Morales, promotor del control estatal sobre las principales actividades económicas, hizo del acto de reapertura de la mina, un episodio más de su intensa campaña en pos de la reelección.