En la ciudad de Cajamarca, la protesta pasó casi desapercibida. La actividad comercial fue normal. El vicepresidente de Newmont para América, Carlos Santa Cruz, señaló que su empresa ratifica su compromiso con la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente. Además respetan el derecho a manifestarse. En la ciudad aparecieron algunos volantes que señalaban que estas protestas perjudican al desarrollo del país. El sacerdote Marco Arana señaló que la supuesta violencia en la marcha fue una campaña orquestada por la Sociedad Nacional de Minería.