Para algunos, la flecha de peligro apuntaba al cerro San Cirilo. La noche anterior ejecutivos de la minera Yanacocha barajaban la posibilidad de ataques de comuneros en este lugar, enclavado a dos horas de la ciudad de Cajamarca. Había motivos: desde hace tres meses se realizan trabajos de exploración en tierras alquiladas de la zona y uno de los dirigentes había anunciado semanas atrás la posibilidad de que las maquinarias fuesen incendiadas si no abandonaban el lugar.La inspección a las lagunas de Munlluy al pie del cerro, programada para ayer por los comuneros, significaba entonces para Yanacocha un pretexto para una jornada violenta. Y así fue que se convocó a contingentes policiales que flanquearon los alrededores del cerro desde tempranas horas. El padre Marco Arana, conciliador oficial de Cajamarca, también se movilizó al lugar.Pero la marcha no terminó en enfrentamientos campales. Lo que sí hubo fueron algunos hechos de violencia protagonizados por un grupo de comuneros indignados por los posibles daños ambientales a causa de la actividad minera. La ira de algunos campesinos desbordó las órdenes del dirigente mayor de la jornada: Genaro López Celis, de la comunidad de Yanacanchilla.Y lo que quedó al final fue la firma de un acta con aires de ultimátum: no autorizar a la minera para que continúe realizando exploraciones en San Cirilo y darle un plazo de 24 horas para que retire las máquinas y el personal. De lo contrario, "los pobladores no se responsabilizan de los hechos que pudieran pasar".