Recibos pagados a Hidrandina, un acta de su manifestación ante las autoridades judiciales y un comprobante de Registros Públicos que certifica su dirección, es todo lo que constituye la defensa del congresista aprista Mario Alegría para rechazar la sentencia que le fue impuesta por robar energía eléctrica. Sin embargo, nada de ello sirve para dejar sin efecto una condena que está vigente y que puede determinar su desafuero.El último viernes en el noticiero "Jaque Mate", de Radio La Exitosa de Trujillo, Alegría admitió haber incumplido las exigencias que la justicia le impuso en la condena, por simple desinterés y porque rechaza la sentencia, pese a que ésta fue ratificada. Las exigencias señaladas en la condena del 23 de noviembre del año 2000 son las siguientes: "cumplir con el pago de cien mil soles por concepto de reparación civil a favor del agraviado, mantener buena conducta, tener un trabajo lícito, comparecer personal y obligatoriamente al juzgado el último día hábil de cada mes a fin de justificar sus actividades, no cambiar de domicilio, firmar asistencias". Por no cumplir varias de estas exigencias la situación de Alegría se complicaría.