El tsunami Fujimori ha vuelto, pues el sismo que supuso su aparición en Canal 7 el viernes pasado dando la cara por la agrupación Sí Cumple en el espacio gratuito destinado a los partidos políticos ha generado una ola enorme de connotaciones legales, jurídicas, políticas y propagandísticas que no hace sino corroborar la teoría de que, en realidad, estamos en medio de un océano llamado márketing. Por lo pronto, además de cólera y rubor, el Gobierno ha mostrado su disposición a cortar por lo sano y no esperar una nueva aparición del 'Chino' en las pantallas (se lo anuncia para el próximo 8 de julio). Hoy el Consejo de Ministros analizará una iniciativa legal que ayer elaboraron y ajustaron los técnicos del sector, según anunció el titular del portafolio, Eduardo Salhuana. Agotados los esfuerzos por conocer detalles del texto (se buscó al asesor del ministro Ricardo Reyes y al jefe de asesores, Edgardo Hopkins), nos quedamos con la explicación que dio Salhuana: se apunta a que ni personas bajo mandato de detención ni prófugos de la justicia puedan tener acceso a esa franja de comunicación. "Aprovechando un resquicio en las normas, Fujimori se ha presentado en el canal del Estado y pretende dar clases de política y moral", explicó Salhuana, al tiempo que justificó la decisión con la necesidad de ser tajantes y firmes para evitar vergüenzas similares. ¿Pero acaso las leyes no deben tener nombre propio? Así es, pero de acuerdo con la evaluación del secretario técnico de Transparencia, Percy Medina, las grietas legales son de tal tamaño que hasta Antauro Humala y sus ideas totalitarias podrían filtrarse por ellas.