Cuando estalló la crisis mundial y las empresas mineras empezaron a anunciar que pondrían en la congeladora varios de sus proyectos y reducirían sus compras, los más preocupados fueron los proveedores mineros. Uno de ellos fue Metalúrgica Peruana (Mepsa), que produce bolas de acero para las moliendas de las concentradoras mineras. La empresa tuvo que plantear una estrategia para continuar creciendo. Ya pasado el tsunami, parece que las vigas puestas en casa por esta empresa del sector metalmecánico le habrían permitido salir fortalecida. De eso nos habla su gerente general. La industria metalúrgica fue una de las más golpeadas por la crisis. ¿Cómo les ha ido a ustedes?Más que una crisis, para nosotros ha sido una oportunidad de consolidarnos con nuestros clientes y acompañarlos a afrontar sus problemas financieros. Haciéndolo, nos ha ido bien en el año. En el 2009 hemos batido varios récords de producción, rentabilidad y de ventas.