Pueden ser una bomba de tiempo si no se almacenan en lugares adecuados. Muchos de ellos salen de las plantas envasadoras y se desvían a locales que no cuentan con las mínimas condiciones de seguridad. Por ello, desde setiembre próximo el comercio de los balones de gas será controlado por el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía (Osinerg). Para esto se aplicará el Sistema de Control de Ordenes de Pedido (SCOP), que ya se emplea en los combustibles líquidos, y que fue premiado por la ONG Ciudadanos al Día (CAD) en el rubro "Fiscalización y Cumplimiento de la Ley". "Con este sistema buscamos dar seguridad a la población, pues existe gente inescrupulosa dedicada a la venta de balones de gas sin ningún control ni fiscalización, poniendo en riesgo no sólo su vida sino la de la población aledaña", manifestó a Correo Julio Salvador, gerente de fiscalización de hidrocarburos del Osinerg. Esta institución funcionará como nexo entre las plantas envasadoras y los locales de venta, afirmó. Es decir, cada compra se hará con conocimiento de la institución para evitar la informalidad y la evasión de impuestos.