Representantes de organizaciones sociales de las zonas rurales de Tambogrande, Ayabaca y Huancabamba, en Piura, realizaron ayer un plantón frente a la Corte Superior de Justicia de Piura en defensa de los derechos humanos de los pobladores más pobres de la región.Delegados de las comunidades campesinas, asentamientos humanos y sindicatos condenaron al unísono la muerte de 7 personas ocurrida en Huancabamba por defender su territorio y rechazar la actividad minera en esa zona de la sierra piurana. El presidente de la Federación Provincial de Comunidades Campesinas de Ayabaca, Magdiel Carrión, afirmó que los ronderos de Huancabamba son pacíficos, y solo piden que se respeten sus tierras y formas de vida. Considera que el objetivo del gobierno es militarizar la zona para controlar el rechazo de la población al ingreso de transnacionales.