EN MAZUCO LA SELVA HA MUERTO
18 de diciembre de 2009

Siete horas toma llegar del Cusco a Madre de Dios por la flamante carretera Interoceánica, siempre y cuando no llueva. Ya en plena selva, un letrero da la bienvenida a la Capital de la Biodiversidad del Perú y explica que estamos en zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene, pero a pocos metros del cartel, se puede divisar pedazos de montañas carcomidas por la minería ilegal, y al lado de la vía, el río Inambari discurre enfermo, con ese color inconfundible con el que el enriquecimiento ilícito pinta el agua de los ríos de la selva: dorado oscuro.El Inambari, el Colorado, el Tambopata y el Madre de Dios son los ríos del departamento que soportan en sus márgenes pueblos fundados por buscadores de oro y madereros informales entre los años 60 y 80. Ahora, con el fácil acceso que da la carretera Interoceánica, la historia se repite y campamentos de palos y plásticos se multiplican en las márgenes de la nueva carretera, entre Mazuco y Puerto Maldonado. No somos los primeros en notar esto, ya que la ONG Conservación Internacional alerta sobre este en un informe.