Los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay firmaron ayer un memorándum de intención para estudiar la construcción de una red de conexión energética regional, informó ayer el Ministerio de Minas y Energía de Brasil, a través de su vocero, Aguinaldo Nogueira, quien explicó que el proyecto de gasoducto, estimado en US$2.500 millones, permitirá el flujo del combustible desde el campo de gas natural Camisea, el más grande del Perú, para su utilización conjunta en los cuatro países mencionados. La propuesta fue presentada el jueves pasado por Argentina y Chile en Brasilia, como una salida a la crisis energética que afecta a ambos países por causa de la escasez en el suministro del hidrocarburo. Según Nogueira, la aceptación de la propuesta se debe a que a través del nuevo gasoducto podrían distribuirse de 30 a 35 millones de metros cúbicos diarios de gas. De este total, unos 17 millones de metros cúbicos podrían tener como destino Argentina, aprovechando los dos gasoductos --Gas Atacama y Norandino-- que la unen con Chile, país donde se conectaría el flujo desde Camisea hacia ductos de Argentina, Brasil y Uruguay.