HAY QUE SEGUIR MEJORANDO LAS BUENAS NOTAS
21 de diciembre de 2009

Antes de abandonar temporalmente el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en julio del año pasado, Luis Carranza recibió el mejor espaldarazo posible a su gestión: el grado de inversión otorgado por las agencias calificadoras de riesgo crediticio Standard and Poor’s y Fitch Ratings. Casi un año y medio después, con Carranza de nuevo al frente del MEF, la terna se completó con la esperada elevación del rating que Moody’s otorga a la deuda peruana de largo plazo en dólares. En ese periodo, aparentemente corto, han sucedido eventos en el ámbito económico internacional que marcaron un antes y un después en la forma en que deben manejarse las finanzas, incluyendo la manera en que deben conducirse las calificaciones. De hecho, las agencias de rating fueron duramente criticadas por su generosa evaluación de los papeles cuyo desplome provocó una crisis que se transformó en la peor recesión mundial desde los años 30. El Perú es uno de los pocos países que ha logrado mantener su economía a flote -aunque no "inmune"-, al punto que su PBI cerrará el 2009 con un modesto crecimiento pero que pareció suficiente para que Moody’s decidiera actualizar su rating. En efecto, la agencia ha destacado la creciente capacidad del Gobierno peruano para absorber el shock, la que incluso ha sido mayor que otros países con ratings más altos. La aplicación de políticas macroeconómicas contracíclicas en una coyuntura tan crítica también fue considerada para el nuevo rating.Lógicamente, la evaluación también considera los puntos débiles de la economía peruana. El riesgo político y la brecha de la distribución de ingresos son los más notorios, puesto que exigen de este y de los próximos gobiernos una madurez que aún cuesta obtener. Y aunque en el MEF se insista en resaltar que la pobreza está disminuyendo, la sensación es que se puede hacer mucho más y con mayor rapidez para reducir la desigualdad.A partir de ahora, la consigna tiene que ser la de seguir mejorando las buenas notas, pues el rating otorgado es el último en una escala de diez niveles. Y no bastará con impulsar el clima de negocios. Está comprobado que se puede ingresar a las ligas mayores y ahora el desafío es mantenerse y continuar subiendo posiciones.

  • [Gestión,Pág. 30]
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