El Partido Comunista del Perú- Patria Roja marcó distancia con las acusaciones del gobierno de promover la violencia en las protestas sociales que se registraron en la última semana y atribuyó estas acusaciones a una "maniobra política para desacreditarlos"."Esto es una campaña permanente orientada a impedir que puedan unirse al Movimiento Nueva Izquierda (MNI) y a Patria Roja organizaciones de base, pero no ha dado resultado, hay mucha simpatía por nuestra organización", refirió Alberto Moreno, presidente del MNI.Aclaró que las protestas sociales se deben al desgobierno que impera en el interior del país por el abandono del Ejecutivo. "Se acusa también a Patria Roja de la crisis de la educación porque estamos en el Sutep, el culpable de esa crisis es el gobierno", dijo.