La historia del gas de Camisea -donde la mitad de nuestro vital recurso será exportada pese a la creciente demanda del consumo interno- podría repetirse en el caso de la futura central hidroeléctrica de Inambari, por lo que diversos especialistas advierten que una mala negociación del gobierno podría privar al país de la energía producida por este megaproyecto.Como se recuerda, en abril último los gobiernos peruano y brasileño firmaron un convenio de cooperación energética que contempla la creación de seis centrales en la selva peruana. La primera de ellas será la hidroeléctrica de Inambari (entre Madre de Dios, Puno y Cusco), la cual en cinco años produciría cerca de 2,000 megavatios (Mw), casi la mitad de la actual demanda eléctrica del país.Sin embargo, los analistas pidieron mayor transparencia y firmeza al gobierno sobre los términos en que serán firmados los contratos de estos proyectos.Teófilo Casas, ex presidente de Electroperú, refirió que la última información oficial fue el pronunciamiento del Ministerio de Energía de Brasil, el cual en agosto último señaló que el 80% de la energía producida por Inambari se irá al Brasil, mientras que solo el 20% restante se quedará en el Perú.