Se suele pensar que solamente los negocios informales evaden el pago de sus impuestos, pero lo que se está constatando es que aquellos que están inscritos en el Registro Único de Contribuyentes (RUC) también lo hacen, y que en algunos sectores o rubros son la mayoría. La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) informó que el 82% de peñas, discotecas y restaurantes intervenidos el pasado 31 de octubre no estaba entregando comprobantes de pago a sus clientes.Por lo visto, estos negocios están confundiendo criollismo con "criollada", algo que también se puede comprobar, diariamente, en bares, establecimientos de hospedaje y otros servicios y comercios en toda Lima Metropolitana. Suponemos que en el interior del país, donde el control es más relajado, la evasión también es reina y señora. Es lamentable llegar a la conclusión de que la conciencia tributaria todavía es un exotismo para muchos peruanos.Aunque seguramente a nivel agregado los montos evadidos no son significativos, comparados con los cientos de millones de soles que pagan las empresas y personas que no pueden sacarle la vuelta a la legislación tributaria -o que han decidido no hacerlo-, la poca atención que se le brinda a este problema le podría estar restando a la Sunat esa imagen de entidad seria y estricta que necesita tener (y sostener).Si bien es significativo que esté realizando operativos en fechas donde el consumo se eleva, sería recomendable que los mantenga en todo momento, pues la evasión no solo campea durante los feriados. Una campaña que, por ejemplo, incluya la publicación de los nombres o razones sociales de los establecimientos que no emiten comprobantes de pago tendría un fuerte impacto, a lo que deberían añadirse exhortaciones al consumidor para que exija que le entreguen boleta de venta por cada servicio o producto que adquiere.También es necesario recomendar a la Sunat que ponga más cuidado en los procedimientos y formalidades, puesto que en muchos casos sus esfuerzos por castigar a quienes evaden y eluden se han visto entrampados por no haber puesto atención en detalles técnicos o legales. Y en este caso, sí estamos hablando de millones, de modo que su obligación es reducir al mínimo sus equivocaciones.
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