ES SALUDABLE DECIR EN VOZ ALTA LAS CRÍTICAS A CHILE
17 de noviembre de 2009

Perú y Chile han mantenido en los últimos tiempos un intenso intercambio comercial y económico. Desde 1990, empresarios del vecino país han invertido en el nuestro US$ 7,000 millones, y US$ 2,500 millones han destinado los peruanos para impulsar negocios en territorio chileno.Esto ha sido posible porque ambas naciones desempeñan sus acciones económicas respetando la libertad del mercado y porque comparten el ideal de hacer a sus pueblos cada vez menos pobres.Por ello, pensamos que nada funcionará en materia económica y comercial si es que una de las partes se empeña en violar normas nacionales e internacionales para obtener ventajas soterradas, o si nuestro país se mantiene en silencio para evitar mayores problemas.Las relaciones comerciales y económicas se basan en un clima de confianza, el cual se fortalece si las partes son capaces de admitir errores o, por lo menos, investigarlos para determinar por qué se cometieron y quiénes son los responsables de haberlos cometido.Por eso, debemos condenar enérgicamente cualquier acción que menoscabe los vínculos de amistad, como el espionaje al que ha estado sometido nuestro país, y respaldar al presidente de la República cuando pide al Gobierno de Chile que investigue esta acción para que pueda entregarnos las explicaciones reclamadas. Solo esperamos que el Gobierno peruano no deje en el olvido esta demanda, más aún cuando el canciller sureño ya adelantó que no tienen nada que investigar.En ese sentido, saludamos que García haya decidido criticar en voz alta las acciones vedadas, rompiendo de esta manera la idea de que es mejor hablar muy bajito sobre los temas que nos separan, para evitar de la misma forma el enojo del vecino. Pero también advertimos que no es posible seguir pensando que se puede mantener inalterable la política de "cuerdas separadas", como ha insinuado el jefe de Estado en su mensaje, pues todo lo sucedido deja en evidencia que las relaciones comerciales y económica sí son afectadas por los ruidos políticos si estos no desaparecen.

  • [Gestión,Pág. 30]
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