EN ENCRUCIJADA POLÍTICA DE "CUERDAS SEPARADAS"
16 de noviembre de 2009

Las complicadas relaciones entre Perú y Chile se han tornado más difíciles ahora que se ha descubierto que un militar peruano espiaba para el gobierno chileno, pasando a una fase marcada por la pérdida de confianza.Lo anterior nos coloca ante una encrucijada y nos conduce a preguntarnos si es posible mantener la "política de cuerdas separadas". En octubre último, cuando remarcábamos en esta columna que ambas naciones marcaban en materia de relaciones comerciales un camino de intereses compartidos, también advertíamos que este camino debía evitar a termocéfalos o irresponsables políticos de ambos países, que podían nublar las relaciones políticas, y con ello afectar las relaciones económicas.Ahora que la "cuerda económica y comercial" puede mostrar debilidad -y dejar evidencias de que no puede marchar separada de la "cuerda política"- podría tensarse si es que el gobierno chileno prosigue minimizando y hasta negando hechos tangibles.En el Perú, en tanto, debemos mantener la firmeza, sin caer en tremendismos, pero tampoco en ingenuidades, como las lamentables declaraciones de ministros que intentan privilegiar las relaciones comerciales sin tener en cuenta las tensas relaciones políticas. Pero, además, debemos iniciar un proceso para reforzar la defensa del país, incluido el sistema de inteligencia, pues como ha dicho el comandante general del Ejército, Otto Guibovich, si se vende información secreta, quiere decir que "tenemos un nivel de vulnerabilidad".Debemos recordar que todo se ha descubierto cuando Chile y otras naciones de la región mantienen una febril compra de armas, que en el caso de nuestro vecino del sur es de una magnitud incomprensible, ya que solo en misiles estaría dispuesto a invertir más de US$ 600 millones, con lo cual se trae abajo la propuesta peruana para detener la carrera armamentista. Adicionalmente, es necesario plantear la urgencia de iniciar una real reforma en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.Un detalle importante es que todo esto se produce cuando el Tribunal Constitucional debe decidir si el Congreso debe ratificar el TLC suscrito con Chile.

  • [Gestión,Pág. 30]
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