Se complica la situación del congresista Jesús Alvarado. Pese a que el último domingo el peruposibilista negó que haya llamado por teléfono al presidente Alejandro Toledo y a la fiscal de la Nación, Nelly Calderón, para pedirles apoyo luego de que se descubriera que en su oficina guardaba planillones de la ONPE, ayer cambió radicalmente de versión.En declaraciones a Correo, Alvarado reconoció su voz en el audio difundido por el programa Cuarto Poder, y admitió que sí hizo llamadas telefónicas, pero no al jefe de Estado sino al ex asesor de la bancada oficialista Alejandro Tudela Chopitea. "Si ustedes escuchan bien la cinta verán que no digo Toledo, sino Tudela. Reconozco que intenté comunicarme con Nelly Calderón, pues el fiscal de turno (Guillermo Sandoval) demoró en llegar a mi oficina", remarcó.El legislador denunció que estaría siendo chuponeado por gente vinculada a la mafia fujimontesinista.