Las manifestaciones en Cajamarca contra la exploración del cerro Quilish han generado desconfianza entre los inversionistas extranjeros, quienes consideran al gobierno peruano como débil, toda vez que no puede hacer cumplir la ley ni resguardar las inversiones, así lo sostuvo Augusto Baertl, presidente del Instituto Peruano de Economía (IPE).De esta manera, avizoró que la inversión tanto extranjera como nacional se verá mellada, puesto que la presión social está logrando que el gobierno ceda."Estamos viendo a un Estado ausente y débil", subrayó.Cuando un inversionista apuesta por un país, según explicó, lo primero que exige es que se respete la estabilidad jurídica. Sin embargo, "lamentablemente tenemos una autorización legal que está siendo revocada en la práctica, lo cual demuestra que es el imperio de la piedra y el palo el que está por encima del tema legal y se impone en el Perú".
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