La creciente indignación empresarial responde a lo que se evidencia día a día en Aduanas. Mercadería que ingresa al país a precios insignificantes que ocasionan un menor ingreso tributario y lo peor: la competencia desleal con otros productos nacionales, destruyendo puestos de trabajo y despareciendo industrias locales. Para muestra un brassier. De acuerdo a informes de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), esta prenda femenina ingresa al país a un costo de US$ 0.32, cuando en otras Aduanas del mundo -más interconectadas por cierto- se declara a US$ 6.00 promedio. Todo un escándalo."Ello demuestra que este delito viene destruyendo la industria nacional y nadie, menos el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) que es el ente normativo, se preocupa en aplicar una política integral contra este delito que consiste en declarar un monto menor por las importaciones que se hacen para pagar menos impuestos", sostuvo el presidente de la SNI, Pedro Olaechea, en diálogo con EXPRESO.
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