El ex director de ILPES visitó el país para el encuentro de sistemas de inversión pública. Aseguró que para que el Perú siga creciendo debe darle vida a una palabra: consenso. Édgar Ortegón ha trabajado casi treinta años en el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES) de la Cepal y los últimos diez lo ha hecho en el área de proyectos de inversión, siguiendo la evolución de los sistemas de inversión pública (SNIP) en la región. Tema en el que, aunque usted no lo crea, el Perú ocupa un segundo lugar por eficiencia. Ortegón explica por qué esta privilegiada posición y qué es lo que falta para avanzar más y mejor. ¿Cómo ha visto el progreso del Perú en cuanto a la evaluación de los proyectos de inversión? Ha evolucionado bastante, tanto que ocupa el segundo lugar en eficiencia en América Latina. ¿Cómo ocupar un segundo lugar cuando el sistema funciona lentamente? Es que ha mejorado el trabajo con los gobiernos regionales: hay mayor descentralización, mayor estabilidad en las reglas de juego y un marco regulatorio más claro. Se partió de un punto bajo, pero se aceleró en los últimos dos gobiernos. Eso no quiere decir que sea perfecto, es un proceso que debe profundizarse, hay que delegar mucha más autonomía a las regiones y municipios, que tienen aún muchas limitaciones. Los gobiernos regionales también son muy criticados por su capacidad de gestión y gasto. ¿Cómo darles más autonomía y mejorar estos aspectos? Es un proceso que pasa por fortalecer las capacidades institucionales y no solo las humanas. Las oficinas de presupuesto o las de planificación son parte de un andamiaje al que no solo hay que entregarle dinero para que ejecute un proyecto. Deben responder a un proyecto, tener metas, seguir un plan. ¿El tema de planeamiento es una debilidad aún en el Perú? Pues sí, aún es una debilidad. Y, sin ese marco, el sistema flaquea, no hay metas, visión y horizonte nacional a largo plazo.