Es cierto que la gira del presidente Alejandro Toledo al Asia y al Medio Oriente estaba programada anticipadamente y se espera mucho de ella en cuanto a tratados comerciales y desarrollo económico. También que en tal condición fue aprobada por el Congreso. Sin embargo, es innegable que estos días el país atraviesa una delicada situación, caracterizada por la exacerbación de demandas sociales, que exige un manejo político responsable y puntual al más alto nivel gubernamental, sobre todo con un sentido de previsión y manejo de crisis, lo que no se percibe en el Gobierno. En tal contexto, debemos lamentar que, a pocas horas de la partida del doctor Toledo y su variada comitiva, el vicepresidente David Waisman, a cargo del despacho temporalmente, repita el disparatado libreto de siempre. No solo enfila baterías y amenaza públicamente a los ministros de su propio gobierno, lo que es desatinado políticamente y le resta unidad y coherencia al Gabinete. También anuncia decisiones polémicas, como revisar el sistema de salvaguardias y comprar la sobreproducción agraria, para atender las demandas de ciertos sectores. Ello, sin pensar en las graves consecuencias que esto podría traer a mediano y largo plazo, como que otros sectores puedan invocar este nefasto precedente para que el Estado compre toda sobreproducción, allí donde se diera. La pregunta es: ¿Ha coordinado el señor Waisman estas gravitantes decisiones políticas con el presidente de la República? Si ello es así, pues el doctor Toledo debe una explicación al país, que no puede ser objeto de un manejo tan descomedido y hasta contradictorio. El momento actual exige de todos, y principalmente del Gobierno y los dirigentes agrarios y sectoriales, un mínimo de unidad, cordura y responsabilidad para superar las fricciones actuales sin afectar la estabilidad del país. Al respecto, hay que rechazar las poses populistas que quieren ceder graciosamente a cualquier demanda pensando más en los votos y no en la abultada factura que mañana se nos pasará a todos por tamaña irresponsabilidad.