Un análisis crítico de la situación del país efectuó Ricardo Briceño, presidente de la Confiep, en diálogo con Gestión. Advirtió sobre la interferencia política que traba las inversiones, y la necesidad de dejar de lado los conflictos regionales. Una mala señal es que en los últimos meses se han cuestionado varias concesiones.Exactamente, algunos buenos y otros malos, la mayoría malos. Pero la promoción de la inversión privada debe continuar. No puede ser posible que se paralice un proyecto como Tía María porque a alguien se le ocurre hacer una consulta con un grupo minoritario (cuya intención sabemos cuál es) y esto se tome como vinculante o entorpezca el proceso. Respecto a las concesiones, ¿qué cree que esté faltando?, ¿qué debilidad encuentra?Nunca es una sola cosa, son mucho factores. Uno de ellos es que el Poder Judicial admite denuncias contra los funcionarios de ProInversión, y están aterrados. No puede admitir demandas penales, cualquier tipo de denuncia sin sustento, que pone en zozobra a gente que da su tiempo, su esfuerzo.Se promovieron 12 procesos de concesiones. solo se han hecho tres, porque hay gente y organizaciones que están en contra de que se realicen, y tienen tal fuerza ante el Poder Judicial, y otras instancias, que sus acciones de entorpecimiento van más allá de las acciones de proinversión que pueda hacer el sector público o privado.¿Qué se puede hacer? Como política interna, hay una reforma judicial pendiente.La verdad que no sé. Cuando estas denuncias se hacen en lugares cercanos a donde se van hacer las concesiones el juez es atemorizado, es amenazado por aquellos pequeños grupos y ONG que no quieren el progreso del país. Entonces, ahí se entrampa, es una piedra en el zapato que evita caminar y correr.