Un nuevo informe del Banco Mundial (BM) revela que el crecimiento demográfico y las presiones económicas están obligando, tanto a los países en desarrollo como a los desarrollados, a realizar una reforma urgente en el sistema pensionario.Según el informe, titulado Old-Age Income Support in the Twenty-First Century: An International Perspective on Pensions and Reform, la incorporación cada vez mayor de la mujer al trabajo, nuevas modalidades de empleo, la exacerbación de los déficit presupuestarios y el creciente número de personas de edad avanzada hacen ineludible la necesidad de reformar los sistemas de pensiones. En el informe se propone un marco común para ayudar a los países a resolver sus problemas de pensiones, planteando la diversificación de los sistemas en una combinación de elementos públicos para mantener los niveles de vida mínimos, así como elementos administrados y capitalizados a título privado. Se indica que la mayoría de los planes públicos de pensiones no están diseñados para mantener los niveles de prestaciones actuales.