Al llegar a la zona de Chacallaje, en el límite que divide los distritos de Ituata y Ayapata, en la provincia de Carabaya, las autoridades policiales y del Ministerio Público se encontraron con una escena espantosa. Los cuerpos de las tres víctimas del salvaje ataque que sufrió un grupo de campesinos yacían en el suelo, irreconocibles, completamente carbonizados.En la tarde del viernes, un grupo de aproximadamente diez encapuchados irrumpió en la zona y disparó a mansalva. Tres cayeron abatidos. Pero los atacantes, no contentos con haberlos fulminado, les prendieron fuego. Los cuerpos ardieron varias horas. Se cree que los atacantes son comuneros de Ayapata, quienes se disputan con sus vecinos de Ituata el control de varias minas de oro que explotan artesanalmente. Ambos distritos mantienen, además, un conflicto de límites.